Plan 2050

Las petroleras retroceden y se alejan de sus compromisos verdes

Shell, ExxonMobil, Chevron y BP son algunas de las firmas que han ajustado sus metas de reducción de emisiones o cuyos accionistas le han quitado respaldo a los objetivos propuestos al alero del Acuerdo de París. 

Por: Claudio Gaete Hermosilla | Publicado: Sábado 6 de abril de 2024 a las 04:00 hrs.
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A mediados de diciembre del 2023, en Dubai, en el marco de la Cumbre del Clima COP28, se hizo un llamado de consenso a los países a iniciar una transición para dejar los combustibles fósiles, con el fin de alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050.

Hasta ese plenario había incertidumbre sobre si un acuerdo que marcara el fin de la era de los combustibles fósiles sería aceptado por países productores de petróleo como Arabia Saudita, a quien señalaban como la principal oposición. Para el presidente de la COP28, el emiratí Sultán Al Yaber, fue un logro histórico y sin precedentes.

Sin embargo, cuatro meses después el escenario parece ser otro. Shell, ExxonMobil, Chevron y BP son algunas de las gigantes energéticas que han ajustado sus metas de reducción de emisiones o cuyos accionistas le han quitado respaldo a los objetivos propuestos al alero del Acuerdo de París. La guerra en Ucrania aumentó los temores de escasez de combustible y con ello subió el valor del crudo. Y de paso le está reportando a las petroleras resultados millonarios.

“La gente debería abandonar la fantasía de eliminar gradualmente el petróleo y el gas”, sostuvo a mediados de marzo Amin Nasser, director ejecutivo de Saudi Aramco, el mayor productor mundial.

Lo dijo en Houston, Texas, en la CERAWeek, la cita más relevante de la industria energética organizada por S&P Global y a la cual asistieron unos 8 mil ejecutivos de todo el mundo.

Sus palabras contrastaban con los planes de reducción de emisiones que la empresa saudí se había comprometido antes y que contempla alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en todos sus activos para el año 2050, así como cero emisiones netas del Reino de Arabia Saudita para 2060.

Liam Mallon, ejecutivo de ExxonMobil fue incluso más allá y señaló en CERAWeek que la cruda verdad es que el mundo aún no está en un punto en el que “los grandes clientes estén dispuestos a pagar por esta nueva energía y los consumidores probablemente no sepan cuál es su costo”.

Estas palabras se repiten entre las grandes firmas petroleras del mundo, mientras entre analistas y editorialistas cunde la sensación de que estas compañías están retrocediendo en sus objetivos de reducir emisiones luego de haberse comprometido con el Acuerdo de París de 2015 y ratificado en la COP28 en Dubai.

Las petroleras están “envalentonadas”, dijo en un artículo Financial Times, y estarían tratando de convencer al mundo que la esperada transición energética va a tomar más tiempo del previsto.

El periodista español de la cadena SER, Javier Ruiz, afirmó que las compañías petroleras están dando marcha atrás a sus compromisos de lucha contra el cambio climático y que lo que se ha hecho hasta ahora es solo un “maquillaje verde” y “compromisos de cara a la galería”. 

Una de ellas es Shell. En la década pasada se comprometió a reducir en 20% sus emisiones de C02 para el año 2030. El 14 de marzo dijo que en realidad sería de un 15% entre 2016 y 2030 y abandonó su objetivo de una reducción del 45% para el año 2035.

En el caso de Exxon Mobil no ha habido un anuncio oficial, pero sí un cambio de tono. En diciembre de 2020 la compañía presentó sus planes de reducción de emisiones y luego las amplió en 2022. Ahí se comprometió a reducir entre 20% a 30% la emisión de gases de efecto invernadero en toda la empresa y de 40%-50 % en las operaciones upstreams.  Junto con ello se comprometió a realizar inversiones de capital de entre US$ 20 mil millones y US$ 25 mil millones hasta el año 2027 para desarrollar una tecnología que permita tener menores emisiones.

Sin embargo, en la última junta de accionistas, celebrada en junio del año pasado, se produjo un rechazo de los accionistas a cumplir sus planes.

Algo similar ocurrió con Chevron. Su compromiso de reducir sus emisiones en un 30% para el año 2030, tampoco cuenta con el apoyo de los accionistas y solo un 10% está a favor de honrar el compromiso.

Liam Mallon de Exxon fue más enfático. "Mientras exista una economía basada en el mercado y todos comprendan su costo, los consumidores pagarán más de lo necesario por la energía; simple, no es algo tan complicado", dijo. Y agregó: “Se puede discutir verde todo el día y sobre las ONG todo el día, pero esos son los hechos”.

British Petroleum, BP, anunció un cambio en sus prioridades en febrero del año pasado. La firma inglesa fue una de las primeras en comprometerse con una reducción en sus emisiones y se puso como meta llegar a cero emisiones el 2050 y una baja de un 40% para fines de esta década.

Sin embargo, luego de haber tenido excelentes resultados en 2022 cambió de opinión y declaró a principios del año pasado que reduciría sus planes de limitar la producción de petróleo y gas para 2030 a un 25%. Y ahora anunció incrementaría sus operaciones en Estados Unidos.

Ranking de incumplimiento

De acuerdo con un informe del think tank inglés Carbon Tracker, entidad dedicada a investigar el impacto del cambio climático en los mercados financieros, las compañías de petróleo y gas más importantes del mundo aún no están alineadas con los objetivos del Acuerdo de París.

Para llegar a dicha conclusión realizó un estudio a las 25 principales petroleras del mundo sobre la base de cinco criterios: opciones de inversión, sanciones a proyectos recientes, planes de producción, objetivos de emisión y remuneraciones de los ejecutivos.

Con dicha información estas compañías fueron categorizadas en ocho grupos, desde la A a la H, siendo A la más alineada con acuerdo de París y H la más alejada.

No hay ninguna empresa en las categoría A, B o C y recién en la D aparece British Petroleum (BP), la mejor ranqueada del grupo. En la categoría E figuran Chesapeake, Equinor, Repsol, Eni, Shell y TotalEnergy. Mientras, en la parte baja de la tabla, en categoría G, están ExxonMobil, Petrobras, Saudi Aramco y Pioneer. En tanto, en el último lugar, con nota H, está la estadounidense ConocoPhillips.

De hecho, ya en mayo de 2022, la junta de accionistas de ConocoPhillips rechazó con más del 60% de los votos una propuesta para establecer objetivos más rigurosos para reducir las emisiones de gases.

Las razones de este cambio de prioridades, de acuerdo a fuentes especializadas, se debe al mayor consumo de petróleo causado por la guerra en Ucrania.

Antes de que estallara el conflicto, este sector era considerado como el menos rentable de acuerdo a S&P. El temor al cambio climático impulsó las energías renovables y los combustibles fósiles se batían en retirada. Pero con la invasión a Ucrania resurgieron los temores de escasez y suministro y con ello el apetito de las petroleras por invertir.

De acuerdo a un informe de JPMorgan de marzo de 2023, el mundo aún depende en un 80% de los combustibles fósiles, apenas un 5% menos de lo que ocurría en 2005.

El Gobierno estadounidense informó el año pasado que su producción de petróleo y gas natural alcanzó niveles récords y que esta tendencia seguirá en 2024 y 2025.

Según la agencia federal Administración de Información Energética (EIA, por su sigla en inglés) con las actuales políticas, es probable que la demanda de todos los combustibles fósiles alcance su punto máximo el año 2030. Sin embargo, la OPEP considera que eso ocurrirá en 2045.

De acuerdo a un informe emitido por Exxon, el petróleo y el gas natural continuarán con su reinado por mucho tiempo y se mantendrán hasta 2050 como los mayores proveedores de energía en el mundo.

Las compañías petroleras parecen no querer ajustarse el cinturón todavía. Después de todo, el año pasado anotaron resultados récord.

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